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Asís 2015: Encuentro de Formación Permanente para oblatos jóvenes

Casi todo el grupo de la Formación Permanente de Asís

En el marco del segundo año del trienio preparatorio para la celebración del doscientos aniversario de nuestra Congregación, dedicado al voto de pobreza y a la formación, los oblatos menores de 45 años y con menos de 15 años de experiencia en el ministerio, nos juntamos en Asís para un encuentro de formación permanente, en el lugar donde el Señor inspiró a san Francisco un amor especial por la pobreza, quedando desde ese momento como un emblema recordatorio para toda la Iglesia: Asís.

El poverello rezaba desde el monte cercano a Asís

Hubo oportunidad de conocer la bella ciudad de San Francisco 
 
El grupo español al completo

Han sido días de oración, estudio y descanso, en los que hemos querido vivir, ante todo, la fraternidad posibilitada por nuestro deseo de ser más pobres y desprendidos. Nos ha guiado en este camino el P. Salvatore Franco omi., dedicado desde hace varios años al acompañamiento psicológico-espiritual de familias en el sur de Italia. Desde su experiencia vital y su capacitación profesional, nos ha mostrado la correspondencia entre la naturaleza y la gracia a través de tres pasos consecutivos que todos hemos de vivir, aunque nosotros como religiosos de un modo distinto: hijos, esposos y padres.

De este modo, partiendo de la propia vivencia de filiación personal y familiar, hemos realizado una relectura desde el plano de la gracia, con el fin de iluminarla y descubrir cómo nos lleva a vivir nuestro ser hijos de Dios. El ejemplo de nuestro Fundador, quien inspirado por el Espíritu experimentó el amor del Padre a través de la cruz de Cristo, nos ha servido de modelo para reconocer cómo vivir el amor esponsal al Señor y a su Iglesia, llegando a ser padres de aquellos a quienes somos enviados. Algunas representaciones teatrales, unidas a diálogos en pequeños grupos y por parejas, nos han ayudado a profundizar desde este punto de vista en nuestra vocación.

 Lugares de profunda espiritualidad franciscana como las cuevas eremitas
donde vivían largo tiempo Francisco de Asís y sus primeros compañeros
 

La Porcincula, cuna de la comunidad franciscana
fue un lugar de oración constante



Podemos compartir con vosotros que ha sido un momento de gracia, ambientado por diversas visitas a los lugares más significativos del carisma franciscano y por una excursión a la cueva de Frasassi. Allí, entre las maravillas naturales que el agua ha llevado a cabo a lo largo de los siglos en el corazón de la montaña y que nos hacían alabar al Creador, más de uno pudo pensar ¿de qué no será capaz el amor de Dios en nuestros corazones aunque por fuera, en ocasiones, parezcan de piedra? María Inmaculada, nuestra acompañante en este itinerario, nos estimule en este proceso de reforma nosotros mismos para parecernos, cada vez más, a su amado Hijo, nuestro Señor Jesús.

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