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Nuestros ojos fijos en el niño de la Gruta

Queridos hermanos Oblatos y Laicos Asociados,

que la Navidad pueda ser para todos un " tiempo de gracia", un tiempo para entrar con convicción en la atmósfera del Trienio, que el Padre General nos ha presentado marcado por el voto de pobreza. En este sentido, Belén puede ser una gran escuela para enseñarnos cómo podemos vivir en un gozoso abandono en la Providencia.



Mantengamos nuestros ojos fijos en el niño de la Gruta. Belén siga despertándonos a las cosas verdaderas y bellas que Dios nos revela. Ese niño nos de sentimientos de alegría, de paz, también de coraje y fuerza para afrontar los retos diarios en la fidelidad a la voluntad de Dios.


¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo 2015!
Vuestro hermano, padre Alberto Gnemmi, omi
(Provincial)

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